
El pasado domingo 2 de septiembre quedó registrado como el día en que los cordobeses debieron esperar hasta despues de la puesta del sol para saber quien dirigiría de ahora en más la provincia.
El amanecer y el insólito recuento de los votos determinaron una unión singular, en medio de desbarajustes y un gran caos; ya que el destino de los cordobeses se decidió mientras la mayoría de los ciudadanos domían.
Durante la noche, las cifras y porcentajes habían dado lugar a acercamientos, distancias , enfrentamientos y contradicciones.
Días, semanas de discusiones, apelaciones y contradichos se ven venir. Ya lo advirtió Luis Juez: "Un puñado de ladrones nos robó los votos", a lo que Juan Schiaretti respondió desde la casa de gobierno:"Este hombre es un aprendiz de Nerón que solo buscaba acabar con la paz social", por otra parte no se olvidó de agradecer el paoyo del presidente Nestor Kirchner y del gobernador Jose Manuel de la Sota.
En medio de las denuncias cruzadas y los reproches constantes, los cordobeses vuelven raramente a la normalidad.
La expectativa fue superada por el cansancio, del otro lado de la vereda unos se prepara para la denuncia, y los otros para defender la victoria que marcan los números del escrutinio.
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